Mucha teoría se ha escrito respecto a los procesos, habilidades, herramientas y técnicas más adecuadas para llevar a cabo proyectos exitosos. En base a la experiencia, existen también profesionales que sin tener una formación teórica rigurosa, gestionan proyectos con éxito.
Mientras disfrutaba de un grato almuerzo con los participantes del curso de dirección de proyectos que me encontraba dictando en ciudad de México el pasado mes de Septiembre, escuché a alguien preguntar cual sería la clave que aseguraba el éxito de un proyecto. Alguien respondió “los recursos”; otro contestó “el equipo de trabajo”; alguien más dijo “el líder del proyecto”.
Cuando me tocó el turno de responder ya era hora de volver al salón de clases, por lo que tuvimos la oportunidad de volver a plantear la pregunta y de escuchar las opiniones del resto del curso.
Si bien es cierto que todas las respuestas dadas eran correctas, existen tres variables que a mi juicio son claves y determinantes del éxito del proyecto. Tres conceptos que si se los tiene en cuenta, pueden hacer la diferencia entre el éxito y el fracaso, entre disfrutar o sufrir durante el emprendimiento.
La primera clave se llama Alineamiento.
El alineamiento del proyecto a los objetivos o plan estratégico de la empresa. Mantener un proyecto alineado permite enfocarse en lo que es verdaderamente importante. Consigue que fluyan los recursos. Da visibilidad del equipo y su líder, en la gerencia. Por el contrario, un proyecto exitoso que no agregue valor al plan estratégico, es mirado como una pérdida de tiempo y recursos.
La segunda clave se llama Interesados.
Los proyectos, por definición, impactan de forma positiva o negativa a los interesados. Por ende, identificar en forma temprana a los interesados, y a los interesados clave, permite hacerse cargo oportunamente de las expectativas e intereses que los interesados tienen respecto del proyecto.
Nada hay más importante que ser tomados en cuenta. Informados. Nada hay más delicado que herir la susceptibilidad humana. Importunar al ego.
La tercera clave se llama Praxis.
Consiste en aplicar las mejores prácticas durante la gestión del proyecto. Mezclar teoría con experiencia. Formar un equipo de trabajo competente, liderado por un gerente de proyecto con las competencias necesarias, de modo que entre todos desarrollen un plan de trabajo y lo pongan en práctica.
Existen otros temas que también son relevantes, como la definición del Alcance, los Riesgos y …
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